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Antes de comprar un lavabo, piensa en el concepto general de tu baño: cuánto espacio libre tienes, dónde deseas instalar el lavabo o qué estilo te gusta. Es importante que el lavabo coincida con el resto del equipamiento del baño y su tamaño.
NUESTRO CONSEJO: Recuerda que todos los lavabos que se instalan sobre el mueble se pueden colgar en la pared al mismo tiempo, pero no todos los lavabos suspendidos se pueden colocar en el armario. A menudo sucede que los clientes compran un lavabo clásico y luego les resulta difícil encontrar el mueble más adecuado.
Otros tipos:
Combina la forma del lavabo con el diseño general del baño.
El lavabo semicircular es el más vendido, porque es ergonómico y fácil de limpiar. Sin embargo, también puedes elegir lavabo cuadrado, rectangular, ovalado, etc. Si tienes un baño pequeño, opta por un lavabo angular.
El material más usado para la fabricación de los lavabos es la cerámica. Sin embargo, también puedes elegir entre lavabos de vidrio, piedra o mármol fundido. Cada uno de estos materiales es diferente no solo por la apariencia, sino también por el precio y modo de mantenimiento.
NUESTRA RECOMENDACIÓN: Elige un lavabo cerámico con un tratamiento superficial especial que reduce la deposición de cal. Las gotas de agua, junto con otras impurezas, se van rápidamente. El mantenimiento es simple. Simplemente lava el lavabo con agua y sécalo con un paño. No utilices los productos de limpieza abrasivos o agresivos. Estos no son adecuados para este tipo de superficies, porque las dañarían irreversiblemente.
Para almacenar todos tus productos de higiene es necesario tener suficiente espacio de almacenaje. Piensa si quieres exponer tus productos a la vista de todos o quieres guardarlos en un armario.
Tienes las siguientes opciones:
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